El ímpetu del puma herido

Por Federico Agüero 
¿Qué pasó con el profeta de la paciencia? ¿Con ese hombre aplomado que pregonaba por el uso correcto de los tiempos políticos? El cataclismo del “11A” lo extinguió definitivamente y quien ayer patentara la frase “no almorzarse la cena”, hoy se está desayunando la merienda de toda la semana.

La máquina política del Frente para la Victoria se puso en marcha un mes antes del inicio oficial de la campaña, (22 de septiembre, según el calendario que fija la dirección Nacional Electoral) y las paredes de San Juan ya rezan lisa y llanamente “votar a Tomas es votar a Gioja”. Otros disimulan mediante un saludo, un agradecimiento, en fin con algo de sutileza, pero el Nuevo Gioja es directo, quiere salir él, aunque tenga que quemar las naves, aunque tenga besar a violadores, o terminar de aplastar el auto estima de sus soldados más leales.

Ya hasta da pena el pobre Tomas. Él no es él sino que es Gioja. Jose Luis es un verdadero Agente Smith de la Matrix, que se mete en el cuerpo de los otros. José Luis es una bestia herida que busca huir hacia adelante, en el camino a su salvación o perdición va a estar más agresivo que nunca. Puede salir aireoso en Octubre si mejora el 37% de los votos obtenidos en Agosto, pero también puede ser aniquilado políticamente si no remonta, ya que no va a poder echar más culpas a nadie. Hay sí que va a tener la jauría encima, pero no van a ser perros ajenos, sino los mismo canes que hoy comparte su frente y se relamen a la espera una derrota.