No toda cámara de TV es buena

Por Ernesto Lloveras 
Los sesudos de Prensa de la gobernación le aconsejaron rápidamente a Jose Luis Gioja que aprovechara el caso de la reaparición con vida del uruguayo que ya llevaba 120 días perdido en la Cordillera de Los Andes. Cuando "El Flaco" cortó con Walter Gallardo, que le describía emocionado el inesperado rescate desde se teléfono satelital, el gobernador se imaginó un regreso triunfal, con su cara puesta en primer plano, besando las manos escuálidas y quemadas por el frío del extraño montañista.

Así fue que no paró de llamar a funcionarios que son remisos a la prensa, aunque ésta sea propia. Apareció de repente el ministro Balverdi, el gran oculto del caso de la soprano muerta. Mientras todo el país se preguntaba qué pasó con la Ambulancia de San Juan, con la intervención quirúrgica no efectuada en la provincia, el avión llegando de corrientes de un acto proselitista...el ministro de salud brillaba por su ausencia. Pero los gritos de Gioja pudo hacer posible que los Ministros mas desgastados del Gabinete provincial, el de Gobierno, y el de Salud, aparecieran raudamente en escena. Lo grave no es que el gobernador sea muy solidario con un extraviado en la cordillera, lo grave es que esta premura no la tenga para participar de las marchas por el desaparecido ingeniero Raúl Tellechea, donde jamás participara ningún miembro del gabinete provincial, a pesar de que se trata de un DESAPARECIDO EN DEMOCRACIA, sanjuanino, de excelente reputación y antecedentes, y con miles de personas que exigen transparencia para la resolución del caso.

Tampoco Gioja tuvo premura para participar de decenas de marchas por la Justicia local, pidiendo por jóvenes muertos violentamente y sin avances visibles en sus causas. Ni se lo vio a Gioja en las marchas por la libertad de expresión, contra la censura, en las marchas en las que los productores pedían por más agua para poder regar sus cultivos, ni acompañó jamás a los pocitanos, que casi semanalmente se movilizan para pedir una consulta popular en el departamento, para evitar la instalación de una megacementera a metros de los cultivos exportables de mayor calidad de la provincia.

Lo lamentable es la burda intención de intentar hacer proselitismo con el dolor humano, explotando la sensibilidad de un pueblo, que ve frustrada sus esperanzas de una provincia mas seria y organizada. Al final la estrategia marketinera hizo agua por todos lados. El extraviado era en realidad, un fugado, de una denuncia penal por un caso aberrante, ya que se lo acusa al uruguayo Raul Gómez Cincunegui, de haber abusado sexualmente de un niño de ocho años, por lo que la Fiscal del caso, radicado en Chile, ya pidió la extradición del delincuente, a través de Interpol, con la intervención del 4° Juzgado Correccional de San Juan.

Mientras Gioja le besaba las manos al fugado, ya pesaba sobre Gómez la prohibición de abandonar Chile, para enfrentar un proceso penal en el distrito Cerro Navia, con su correspondiente orden de captura.

Los medios nacionales e internacionales se mofan ahora del tiro por la culata. que tuvo nuevamente como protagonista al gobernador de San Juan, no por el rescate con vida de un ser humano, delincuente o no, sino por abusar del poder mediático con fines meramente electoralistas, confundiendo un milagro divino con un escape de un presunto abusador de menores, movilizando a todo un gabinete de gobierno, el mismo que desaparece, cuando los propios sanjuaninos, reclaman por sus justas angustias.