Según una nota que publica Hugo Alconada Mon en diario La Nación, Lázaro El Laburante Báez "alquiló" los tres hoteles de los Kirchner por 14 millones de pesos. Entre 2010 y 2011, el matrimonio Kirchner, el más decente que gobernó el país en su historia, recibió más de 14,5 millones de pesos de Valle Mitre, la sociedad que gerencia sus hoteles y que controla el amigo Báez, un trabajador que supo hacer fortuna trabajando de sol a sol.
Los Kirchner recibieron cheques de Valle Mitre cada mes por el hotel Alto Calafate, con el que siete empresas de Báez firmaron acuerdos confidenciales y retroactivos. Pero también por la hostería Las Dunas (que en los papeles es de Báez) e incluso por el hotel Los Sauces, cuya gestión se encuentra en manos de la familia Relats. Aun así, Báez también hizo pagos millonarios por ese establecimiento. Sólo por el "alquiler" del Alto Calafate, el matrimonio presidencial recaudó más de $10,1 millones a través de Hotesur SA, la sociedad con la que controlan el hotel. De ese monto, más de $6,3 millones correspondieron a 2010 y $3,7 millones, al año siguiente, cuando ya había muerto el ex presidente.
A esos desembolsos se sumaron más cheques de Valle Mitre por algo más de $ 4,3 millones durante esos dos años para Néstor y Cristina Kirchner. En sus registros contables los anotó por separado, en dos rubros a los que identificó como "Los Sauces - La Aldea" y "NCK - Las Dunas". Todos esos desembolsos de Valle Mitre constan en una planilla de Excel entregada al diario de derecha, La Nación. Titulada "Pagos Alquileres Unidades", durante años fue manejada por el equipo contable de Báez, que admitió la veracidad de los documentos.
Báez calificó ayer esos registros de "papeles privados" de sus empresas al denunciarse ante la Justicia en Río Gallegos y anticipar que podría iniciar una "acción penal" por lo que definió como una "evidente violación del secreto fiscal". Pero en ningún momento adujo que esos documentos fueran falsos. Del análisis de esos registros, surgen varios rasgos sospechosos, que podrían configurar los delitos de lavado de activos, enriquecimiento ilícito y evasión tributaria agravada. En el caso de Los Sauces, los Kirchner lo controlaban a través de una sociedad anónima del mismo nombre en la que cada uno poseía el 45% de las acciones. En Internet, se presenta como "el hotel de lujo de El Calafate", con 42 suites distribuidas en seis "casas patagónicas".
Años atrás, Los Sauces fue el centro de una causa penal cuando trascendió que la familia Relats, dueña del Panamericano en Buenos Aires les pagaba a los Kirchner un alquiler de US$ 105.000 por mes -luego acordaron un valor más bajo- por gerenciar ese hotel, al mismo tiempo que eran beneficiarios de obra pública nacional. Esa investigación no prosperó.
Sin embargo, y por algún motivo que no surge de los documentos del Grupo Báez, la gerenciadora Valle Mitre acumuló las anotaciones sobre facturación y cheques correspondientes a Los Sauces junto a los de otro hotel, La Aldea, en el Chaltén. En ese hotel, a su vez, como dueños aparecen Leandro Albornoz -el escribano de Báez que figura como accionista de Valle Mitre- y Adrián Berni, máximo ejecutivo de esa gerenciadora. Pero ni Albornoz, ni Berni, ni La Aldea en sí emitieron las facturas por las cuales Valle Mitre pagó todos los meses. En todas figura Los Sauces como emisora.