A 30 años del retorno a la democracia

(Esta nota es el discurso que la periodista Mónica Castro pronunció en la Facultad de Ciencias Sociales cuando se cumplían 30 años del retorno a la democracia, ante la placa del ex presidente Raúl Alfonsín. El País Diario la publica por el valor histórico y social que contiene el discurso y porque pasarán los años y no perderá vigencia). 

Por Mónica Castro 
Hoy conmemoramos 30 años del retorno a la democracia, hoy podemos decir que gracias a que muchos de nosotros adoptamos esta forma de vida, seguimos manteniendo y apoyando la sucesión natural de gobiernos elegidos por el pueblo.

Hoy, como hace 30 años, decidimos que nunca más ningún trasnochado golpista va a decidir nuestro futuro, hoy, como hace 30 años, seguimos disfrutando de la fiesta democrática de poder elegir, de poder protestar, de poder decir basta con nuestro voto.
Nuestra democracia es muy joven pero tuvo que soportar momentos muy difíciles y los pudo sobrellevar, y eso fue porque todo un pueblo estaba, y lo sigue estando, dispuesto a que no se quiebre nunca más nuestras instituciones.
Hoy, al conmemorar los 30 años de la democracia, recordamos y homenajeamos a quien fuera el primer presidente de esta joven etapa de nuestra vida institucional, el Dr. Raúl Ricardo Alfonsín, ese que durante los años duros de dictadura se puso al frente de todos los que reclamaban por la libertad y aparición de sus hijos, fue defensor de presos políticos, el mismo que nunca dudo y que nos enseñó que la Democracia Republicana es el mejor y único modelo y sistema que vale la pena defender y que hace mejor a los países. El mismo hombre que creyó en las instituciones, que fue cofundador de la Asamblea Permanente por los Derechos Humano.
Defensor de los partidos políticos, ferviente creyente de la pluralidad de ideas, mediador, creía en el dialogo. Recordemos que a los tres días de asumida su presidencia firma el decreto de enjuiciamiento a las Juntas, cuando todavía estaba integro el poder militar. El llamado Padre refundador de la democracia argentina, tuvo que hacer frente al intento de regreso del poder militar con aspiraciones hegemónicas, que ya habían monopolizado el poder varias veces durante el pasado siglo. La sublevación “carapintada”, con hombres como Aldo Rico o Mohamed Seineldin que ensayaron esta suerte de presión sindical, fue un ejemplo de ello, pero sobrevivimos a ello y la Democracia Argentina siguió creciendo. Demócrata entero no pudo entender nunca que la discrepancia sea suprimida, siempre pidió dialogo, creyó en la libertad de prensa y la defendió aun cuando muchos medios le eran adversos, basta con recordar los titulares de página 12 o las columnas de Clarín y aun así siguió defendiéndola.
Tuvo que enfrentar a la iglesia cuando impulso y aprobó la ley de divorcio. Como una forma de reconocimiento a la mujer dio la patria potestad compartida. Podemos seguir enumerando aciertos y desaciertos del Dr. Alfonsín pero podríamos caer en lugares comunes.
Ya han nacido dos o tres generaciones en democracia y seguirán haciéndolo, porque esta es la forma de gobierno que hemos elegido, porque como argentinos no debemos permitir que esto cambie.

Escribiendo estas palabras para conmemorar los 30 años de Democracia y a la figura del doctor Alfonsín, recordaba algunas frases que han quedado en la memoria colectiva, como “Con la democracia se come, se educa y se cura” o “la casa está en orden” pero yo quise traer otras esta tarde, en el discurso de cierre de campaña sintetizo su ideología cuando proclamaba que “En esta marcha para afianzar las libertades no habrá distinciones políticas no habrá radicales ni antiradicales, no habrá peronistas ni antiperonistas para preservar la sociedad argentina de cualquier loca aventura golpista, estaremos todos luchando por el futuro argentino” y agrego como el decía con el rezo laico que esto sea así para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino.
Muchas Gracias. Y en la Argentina, NUNCA MÁS.