Las mediciones arrojan que hay menos personas que buscan trabajo. Para el organismo, quienes cobran planes no son desocupados. En el 2013, se otorgaron 16.774.393 planes sociales y para ello se invirtió un monto de 74.370.308.000 de pesos. ¡Plop!
La tasa de actividad mide la cantidad de gente que está ocupada o que busca trabajo. Si se responde que no se busca trabajo, la persona figura como ocupada. Para Juan Luis Bour, economista de FIEL, la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y los microdatos del Indec generan las mismas dudas en la calidad de la información que el resto de los datos. La tasa de empleo, la tasa de desempleo, la tasa de participación laboral o tasa de actividad tienen sus puntos oscuros. "La tasa de actividad ha tenido en el último tiempo un comportamiento extraño, sobre todo en el Gran Buenos Aires (GBA), donde pasó del 50 al 46% en el primer trimestre de este año", dice Bour. "Esto provoca que el desempleo no suba."
Pero el hecho de no buscar trabajo puede responder a diferentes causas que hagan que una persona desempleada diga que no lo busca. Algunas son: porque está desalentado, es decir se cansó de buscar trabajo y no encontrarlo y deja de buscar, y en el caso de las mujeres porque salen del mercado laboral para cuidar a sus hijos, ya que no pueden pagar a una persona que lo haga, entre diferentes causas.
Con respecto al PBI, la medición vieja era de 1993 y en algún momento correspondía actualizar la base. Así es que el Indec reemplazó el viejo IPC por una nueva medición con base 2004 = 100. Esta nueva medición genera varias polémicas. Una es que parte desde el último trimestre de 2013. La medición vieja iba a dar que la Argentina iba a tener que pagar intereses por el bono cupón del PBI; cambiando la medición arrojó un crecimiento de 3%, inferior al porcentaje que disparaba el pago de cupón, que era de 3,22%, y de allí que surgen las suspicacias.
Otra de las razonas por las cuales baja la tasa de actividad son los planes y subsidios que, según Nuria Susmel, economista e investigadora de FIEL, "sólo se pueden cobrar si no se trabaja. Quienes los cobran dejan de buscar para no perder ese dinero y muchas de las personas que trabajan se retiran del mercado para obtener el ingreso. Hay evidencia de que los subsidios desalientan la oferta". Los beneficiarios de un plan o subsidio no figuran como desocupados, descontando a los 3.500.000 chicos a quienes llega la Asignación Universal por Hijo (AUH).
Un informe de la Fundación Libertad y Progreso realizado por Marcos Hilding Ohlsson, profesor de Economía Internacional en el Máster de Economía y Ciencias Políticas de Eseade y de Economía en la UB, dice que en 2013, el Gobierno administró 58 planes sociales que otorgan transferencias monetarias sin contraprestación, y en 2014 son 60. Suman 16.774.393 planes otorgados con un presupuesto de $ 74.370.308.000 para 2013. Para 2014 se proyecta que el presupuesto sea de $ 120.000 millones de pesos (los fondos buitre reclaman 73.440 millones de pesos), con 18.025.553 beneficiarios, en 60 programas.
Según el último censo, en la Argentina hay 40.117.096 personas, por lo que hay un 42% que podría recibir algún tipo de plan. "Sin embargo, muchas personas pueden ser beneficiarias de más de un programa a la vez, y este número se reduce", explica el informe de Hilding Ohlsson.
Otra rareza del Indec en materia de empleo es marcada por Susmel. "Cuando se miran los índices por provincia hay tasas de desempleo demasiado bajas. Me acuerdo de Chaco, con 0,4% en Resistencia. Eso es imposible. Siempre hay alguien que empieza a buscar trabajo, alguien que renunció por un trabajo nuevo... Nunca se da que nadie esté buscando trabajo".
"El Indec reconoce que un 32,8% de los asalariados trabaja en negro, se trata de unos 3 millones de trabajadores, y que habría una tasa de desocupación del 7,1% de la población económicamente activa, unos 1,2 millones de personas. Sin embargo, este último guarismo arroja algunas dudas cuando se observa que a él se llega computando desempleo casi cero en el Gran Resistencia, de apenas 2,1% en Formosa o de 3,8% en La Rioja", advierte Beker. Es decir, según el Indec hay una enorme proporción de gente que tiene edad de trabajar, pero que no sale a buscar trabajo. "El mensaje oficial parece ser: no hay desocupados, hay gente que no quiere trabajar", concluye.