En una fiesta golpean a una adolescente, la dejan tirada y el juez suelta a los sospechosos

Juez Agudo, dice que no hubo
agresiones. (foto publicada
en Tiempo de San Juan)
Por E. Simón 
El caso tuvo difusión en las redes sociales y luego pasó a los medios. Ocurrió la madrugada del sábado, cuando chicos del colegio San Francisco de Asís hacían "la previa" en una casa de la señora Ana María Arancibia, en Santa Lucía. Golpearon a una menor de 16 años hasta dejarla tirada en la vereda y fueron a buscarla sus padres. La dueña de casa no se hizo cargo. El juez correccional Eduardo Agudo detuvo a cuatro sospechosos que eran los que habían dejado colgadas las fotos en facebook y se habían burlado de cómo había quedado maltratada la chica. Los detenidos eran dos mayores de edad y dos menores. Ahora el magistrado decidió soltarlos argumentando que la adolescente agredida no sufrió un "un cuadro de bullying". De no creerse.

La sociedad sanjuanina ahora siente una doble indignación. La inicial es por la agresión brutal a la joven que, sin causa, fue atacada por cuatro o más chicos de su edad. El otro motivo de enojo social es el que ha generado el juez Eduardo Agudo quien descartó de manera contundente la posibilidad de bandalismo y sostuvo que "estamos frente a una escena típica de una menor bajo los efectos del alcohol". Además agregó: "No existe el cuadro de bulliyng". Dijo que están confirmadas las lesiones leves, pero que no pueden ser atribuidas a terceros por el momento. Criticó que la chica haya sido asistida por sus padres y cambiada, ya que, a su juicio, deberían haber llevado a la joven, en el estado que estaba, a la policía para que el perito la viera.

Ana María Arancibia, propietaria de
la vivienda donde sucedió todo.
Dos adolescentes y dos adultos habían  sido detenidos luego de ser identificados en las imágenes que ellos mismos subieron a facebook. La tropelía sucedió durante una fiesta en el distrito de Santa Lucía, San Juan, donde habrían golpeado, escupido y rociado con alcohol a la víctima de 16 años. Al subir las fotos, los sospechoso añadieron comentarios violentos y discriminatorios. Uno de los chicos detenidos dijo ante el juez que "sólo sacó las fotos para reprocharles a las amigas de la chica que la habían dejado sola", y agregó que estaba "muy embriagada y casi inconsciente".

Durante la madrugada, luego de ver el estado en que quedó la estudiante, la dueña de casa, al parecer, habría sacado a todos a la calle y a la chica descompuesta la hizo dejar en la vereda, lo cual, de confirmarse, la complicaría en el caso como propietaria de la vivienda donde se inició el ataque. Luego llamaron al 107, el 911 y a los padres de la chica. Para el juez Agudo nada de esto fue prueba suficiente y dejó en libertad a los sospechosos para hablar de una "escena típica de una menor bajo los efectos del alcohol".

El caso trascendió luego del sábado 28 de junio, a raíz de la publicación que los tres detenidos hicieron en facebook. En las fotos aparecía la imagen de la víctima desmayada. De los comentarios, de contenido discriminatorio y violento, se desprendía que la adolescente habría sido golpeada, orinada, escupida y posiblemente obligada a embriagarse.

El fiscal Roberto Mallea, quien el lunes se dispuso a actuar de oficio luego de tomar conocimiento de lo sucedido durante el fin de semana, señaló que “lo que se menciona hasta ahora, como algunos nombres de los posibles agresores, figura exclusivamente en las redes sociales. Estamos buscando testigos que puedan aportar más datos”, aclaró a la prensa.

La familia de la víctima, que es alumna del Colegio San Francisco de Asís, se mostró muy dolida por lo ocurrido. “Tengo una mezcla de bronca e impotencia. No puedo hablar porque estoy muy afectado, hay mucho dolor. Es mi hija”, expresó el padre de la adolescente a Diario de Cuyo.

San Juan, como sociedad, deberá exigir a la Justicia que se cumpla con el mandato de la ley, es decir, que la Justicia haga justicia. Parece un juego de palabras pero es más grave de lo que se piensa. Increíble: a 31 años de vivir en ¿democracia? estamos pidiendo que las instituciones funcionen y que los jueces dejen de hacerse los distraídos. A 31 años de la vuelta de la democracia, es imposible aceptar estos actos de intolerancia y discriminación violenta. Los chicos, de demostrarse su culpabilidad, deberán ir: los mayores a la cárcel y los menores a un reformatorio de menores. De lo contrario, sentiremos que la democracia, la división de poderes, nos debe algo y sería lamentable tener que salir a buscar por mano propia lo que de pleno derecho se nos debe.