Gioja: la ilusión efímera y vana de liderar una fórmula presidencial

Por E. Simón
Ya agotadas todas las instancias posibles para liderar una fórmula presidencial del Frente para la Victoria durante las próximas elecciones del 2015, El Vale Todo Gioja se bambolea entre dos ideas.

uno 
La primera opción es violentar nuevamente la Constitución provincial y volver a ser candidato por cuarta vez. Ensayando así una suerte de bonapartismo feudal. Para ello necesitará la aprobación segura de la Justicia local, cuyo merito es la mansedumbre timorata y una repetida tendencia a la negación republicana. Además, por si hiciera falta, tiene una mayoría abrumadora en la Cámara de Diputados, a la cual podríamos definir como una caterva de sujetos dispuestos a practicar una obsecuencia desmesurada. Le quedan dos opciones más: volver a ser Senador o acomodarse como vice de Daniel Paz and Love Scioli.

dos
Hay que ser claros a la hora de decir las cosas: si es verdad lo que algunos medios de San Juan publicaron sobre la idea de que El Vale Todo Gioja buscaría una reelección como gobernador, deberá modificar las leyes, ya que la actual Constitución le prohíbe un tercero y un cuarto mandato. Es decir que ya debería pensar en devolver una gestión que se coló gracias a la sospechosa distracción de quienes debieran haberlo impedido. Tartufos siempre sobran, como para allanar el camino que le permitirá una vez más la entrada triunfal, con alfombra roja incluida, a la Casa de Gobierno.

tres
Pese a que el gobernador tuvo la obsesión de proyectarse en el orden nacional; algo falló. No hubo Mirtha ni Susana que valga. Ni cruce de la cordillera ni Fiesta del Sol ni festivales populares ni épica de helicóptero que logre convencer a los argentinos y argentinas de que El Vale Todo Gioja es buena madera para darle continuidad al modelo agotado que llevó adelante el matrimonio real.  Justo cuando se aproxima un año electoral y es necesario arrojar la primera piedra, Gioja ha sido excluido de la honda que hará el lanzamiento hacia el futuro, como si se tratase de  un ArSat II. Es que el caudillo representa el pasado rancio y decadente de un feudalismo anacrónico y putrefacto.

cuatro
La vana intentona de Gioja deja al descubierto su pequeñez política, ya que si bien a logrado un microclima en San Juan, afuera es apenas un gobernador pintoresco de una provincia sostenida por enormes sumas de dinero que le estuvieron enviando todo el tiempo desde la Nación. Además, ha sido cuestionado desde medios nacionales por su relación carnal con la minería trasnacional que opera en beneficio del Imperio. Relación ésta que aprendió a entablar hace décadas, cuando fue aplicado alumno en el bloque de diputados menemistas. A Gioja le falta carisma. Y si bien en San Juan no hay quién le haga frente, en el concierto nacional no llega a ser más que un peronista de ocasión. Alguien que se alejó del menemismo, se arrimó a Duhalde mientras fue presidente y luego devino en kirchnerista. Ese zigzagueo ideológico lo convierte en poco confiable, aún para gobiernos de derecha, fracción a la que siempre adhirió estuviera donde estuviese. Su posición conservadora frente a la ley de matrimonio igualitario, su actitud cipaya durante la  votación de la Ley de Glaciares, su estrecha amistad con el Grupo Vila Manzano y su falta de voluntad para resolver el “Caso Tellechea”, completan el “Combo Conserva”, un menú que los K detestan a la hora de elegir fast food. Sin embargo, Kolina y Unidos y Organizados aún rinden reverencia ante el Señor Gioja. No arriesgan medio centímetro y hasta el Peto Godoy, un invento de kirchnerista que antes militó en el menemismo, se muestra timorato ante este gobierno atravesado por la corrupción consuetudinaria.

cinco
En política todo se paga. Los radicales tardan 10 años en purgar sus errores. En cambio, a los justicialistas se les perdona más rápido. Uno o dos años alcanzan. Componentes indescifrables de la historia argentina hacen que no podamos explicar la paradoja. Por lo pronto, lo de Gioja está abierto, aunque ya nadie podrá negar que al Vale Todo la cosa se le ha complicado. Y si bien no hay nada sellado todavía, en la cara del hombre ya asoma la desilusión. ¿Candidato a presidente?, otra vez será.