Por Marcelo Arancibia
(Partido GEN - Faunen San Juan)
Se conoce como "fujimorazo" al autogolpe de estado propiciado el 5 de abril de 1992 por el entonces presidente de Perú, Alberto Fujimori; quien por decreto disolvió el Congreso de la República e intervino al Poder Judicial, además de promover la persecución de algunos miembros de la oposición. El auto golpe tuvo el respaldo de las Fuerzas Armadas del Perú y, según todas las encuestas de la época, registró el apoyo del 82% de la población.
Las editoriales políticas de los días domingo del Diario de Cuyo a veces tienen por características informar, desarrollar temas o efectuar análisis con mensajes cifrados, para que sus destinatarios las lean entre líneas. Pero en otras ocasiones directamente notifican a la dirigencia y militancia giojista sobre decisiones tomadas en el propio seno del poder provincial.
Son editoriales para "el mundo Gioja", leerlas permiten conocer lo que se dice o se piensa en las propias entrañas del poder; como la del pasado 2 noviembre, que notifica a quienes pretenden, desde el Partido Justicialista, heredar la Gobernación Provincial, que tendrán que seguir esperando, porque José Luis Gioja ha decidido ir por un cuarto mandato consecutivo.
Un nuevo mandato de Gioja como Gobernador de San Juan estaría por fuera del "Estado de Derecho", sería la "fijurimorización" del giojismo, su propio auto golpe de Estado.
Lo que la opinión política del Cuyo informa, es que el giojismo estaría preparando un auto golpe de Estado, trama dramática que estaría en marcha a través de una acción judicial meramente declarativa, para que la Justicia se expida sobre la constitucionalidad de una interpretación amañada y tramposa del oficialismo, respecto a que el periodo 2011/2015 sería el primer mandato de la Constitución enmendada, para que la propia Justicia reconozca que Gioja tiene derecho a ser gobernador hasta el año 2023.
El populismo giojista, una vez en el poder por el voto popular, ha dedicado esfuerzo, tiempo y recursos para anular los mecanismos democráticos y republicanos para garantizar la periodicidad y alternancia de los mandatos.
Dinamitada la división de poderes y cooptada la oposición política con representación parlamentaria, alineados los sindicatos, los empresarios, la Iglesia, las Universidades y los medios de comunicación, la eventualidad de un auto golpe de Estado (materializado en un cuarto mandato consecutivo del Gobernador Gioja) sería un hecho Institucionalmente imparable.
Con una sociedad que ha delegado todo el poder en las manos de Gioja, para que haga y deshaga a voluntad y sin rendición de cuentas; con un Gobernador sin control parlamentario y judicial, que no reconoce los límites temporales que le marca la Constitución que juró cumplir, habiendo acabado su gobierno con la libertad de prensa, y con funcionarios acusados formalmente por el Fiscal Federal en lo Penal por la desaparición del Ing. Raúl Tellechea, las condiciones para que tenga lugar un auto golpe de Estado están dadas, porque la Provincia hace tiempo que camina por el margen de la Ley.