Genera temor por el posible uso interno, pero los especialistas indican que es un tema estratégico que no puede ser descuidado. Suma recursos para los oscuros trabajos de la ex Side. Las denuncias de espionaje interno ilegal contra el jefe del Ejército despertaron preocupación.
Mientras la relación entre Cristina Kirchner y los agentes de la Secretaría de Inteligencia se agrieta, el general César Milani suma mayores recursos. Así, desde diciembre el Ejército cuenta con un Centro de Ciberdefensa, que fue inaugurado por Milani y el ministro Agustín Rossi. Durante el acto del Día de la Inteligencia Militar, Milani dijo que el nuevo centro “cuenta con alta tecnología y personal altamente calificado” que “permitirá atender una nueva dimensión de los conflictos futuros”.
Las denuncias de espionaje interno ilegal contra el jefe del Ejército despertaron preocupación ante la creciente asignación de recursos a la división de Inteligencia de la fuerza, que en el ejercicio 2015 ascendió a 568 millones de pesos, y la apertura de una unidad de estas características. Esta percepción se basa en el principio de que el conocimiento para la defensa implica la capacidad de ataque.
“Es el viejo ejemplo del cuchillo de cocina. La misma herramienta que te sirve para cocinar te sirve para asesinar a alguien. Los conocimientos, las metodologías, las herramientas e incluso las fuentes de información son las mismas, tanto para los agentes de defensa como para los actores maliciosos”, explicó a este medio Matías Katz, consultor externo del Programa Nacional de Infraestructuras Críticas de Información y Ciberseguridad (ICIC), dependiente de la Jefatura de Gabinete.
Más allá de los temores, todos los especialistas coinciden en señalar que se trata de una cuestión que no puede ser de-satendida. Así lo demuestran el hackeo a la empresa Sony por parte de Corea del Norte, el extendido espionaje de la Agencia de Seguridad norteamericana a líderes mundiales o el uso de un sofisticado software malicioso por parte de Israel y Estados Unidos para sabotear el programa nuclear iraní.
Frente a los temores de un uso con fines de espionaje interno, el académico especializado en ciberseguridad Roberto Uzal, de la Universidad de San Luis, señaló que “es posible tener una internet bajo control mediante el estudio de estadísticas representativas del trabajo realizado por los routers, a través del denominado análisis de flujo de red”. Y agregó: “De ninguna manera es necesario acceder a la información privada de cada usuario”.
El general retirado Julio Hang explicó a este medio que “la ciberdefensa prevé, en el desarrollo de un conflicto, la capacidad de realizar ataques cibernéticos; estas operaciones pueden tener diferentes objetivos, desde las redes militares del enemigo hasta la infraestructura crítica”. Respecto de las acciones internacionales de agresión cibernética que han sorprendido al mundo en los últimos años, destacó que se desarrollan en la actualidad “elementos de ataque más sofisticados que pronto estarán en los arsenales” de distintos países. Y en referencia al equipamiento, dijo que “para alcanzar los niveles aceptables, si bien se ha progresado, es necesario realizar una inversión importante con un sentido práctico que anticipe la necesidad de actualización”.