Carta

Por E. Simón
Marzo de 1977: se cumple un año del golpe. Argentina: años negros. Un periodista decide escribir una carta abierta a la Junta Militar y darla a conocer por el mundo. La carta será su condena a la pena de muerte. Está oculto en Tigre.

A pesar de ser un muerto que camina, sale por la mañana de su casa. Ahora se despide de su esposa. Nos vemos luego, dice. Ella cumple el ritual de cada día: le da un beso y le dice: Te veo más tarde. Uno de los dos le recordará al otro que no se olvide de regar las lechugas. Llega al correo y envía la carta que llegará a lugares insospechados. Ahora todos sabrán lo que está pasando acá, piensa. Cuando salga, lo seguirán algo más que un puñado de sicarios. La desgracia, la oscuridad, o la suma de ambas, lo alcanzarán en una esquina. Manos negras disparan y ya no habrá nada que hacer. Una, dos, tres balas dan en el blanco. Un coro de fantasmas aturde la ciudad. Es una canción incomprensible. Melodía nefasta que la orquesta clandestina improvisa desde el confuso escenario de la historia. Valiente, intenta defenderse con su arma. Estás frito, Rodolfo. No es nada nuevo para vos, ya lo sabías de mucho antes. Le disparan. Dispara. Heridos. Corridas. Silencio. El desenlace le juega en contra. No tuvo derecho a juicio. Ni siquiera Dios tuvo tiempo de llorarlo. Rodolfo Walsh cae muerto en la vereda. Su cuerpo jamás aparecerá.

(del libro 77 historias, editado en 2013 por Milena Caserola).