Valores morales

Por Jorge Reinoso Rivera 
(Periodista) 
Condenemos la destrucción de los valores morales percibidos en la "deshonestidad, la mentira, la injusticia, la ambición desbordada, la coima y la corrupción de la vida pública y privada", para concluir, de manera categórica, que "la crisis actual es fruto de la irresponsabilidad de quienes desde el poder no buscan el bien común sino el bien propio".

La fortaleza de una sociedad moderna radica en la armonía que genera para compartir y practicar un conjunto de valores orientados por principios rectores. Los principios son conceptos fundamentales que rigen la conducta humana y los valores son la representación objetiva e instrumental de los principios. El respeto, la integridad, la honestidad, el honor, la justicia, la lealtad y la solidaridad son reconocidos como la más poderosa fuente para desarrollar los códigos de conducta de las instituciones y de sus integrantes y para establecer los valores que los identifican. Su práctica es producto de la educación y la aspiración de una sociedad es convertirlos en un hábito cotidiano de sus ciudadanos. Por consiguiente, la prédica y la práctica permanente hacen al hábito, mientras que el ejemplo y la juventud son el mejor método y momento para inculcarlos.

En la actualidad, la sociedad sanjuanina se siente frustrada y agobiada observando, con pena y disgusto, que los antivalores se han apoderado de ella. Es así que advierte cómo el respeto por la vida, las personas y lo ajeno se diluye, cómo la integridad, la responsabilidad y la honestidad son pisoteadas por la manipulación y la corrupción, cómo el honor cede al oportunismo y al aprovechamiento, cómo la justicia cede ante la defensa de intereses particulares y cómo la lealtad es desplazada por el servilismo. Esta situación, por demás compleja, no se arregla con discursos ni con declamaciones sino con una gran dosis de honestidad y de capacidad en su clase dirigente, muy especialmente en los políticos, los economistas, los gremialistas, los hombres de la cultura y los hombres de los medios de comunicación social.

Para que el proyecto de recuperación provincial pueda convertirse en realidad es indispensable recobrar los principios y los valores morales que fueron dejándose de lado con la complicidad -por acción u omisión de buena parte de la sociedad sanjuanina. De lo contrario nuestro destino podrá verse seriamente afectado, ya que, "las provincias no mueren por ser pobres, mueren por ser inmorales".