Saqueos: Córdoba pasó una noche en llamas y tratan de controlar el desmadre

Las escenas de violencia se repetían por toda la capital provincial. La policía seguía autoacuartelada y reclamando por mejoras salariales. El gobernador De la Sota intentaba calmar la situación mientras algunos vecinos atacaron a los saqueadores ante la ausencia policial. El director del Hospital San Roque, Daniel Mercado, confirmó que un joven de 20 años murió tras recibir un disparo en el pecho anoche. Hay más de 60 heridos y 52 detenidos. El jefe de Gabinete de la Nación, Jorge Capitanich, afirmó que la protesta de los policías es "una cuestión de carácter salarial que compete a la provincia de Córdoba". Casi ningún medio relacionó este suceso con el hambre que se profundiza al ritmo vertiginoso de la inflación galopante que acosa al país. Los bolsones de pobreza e indigencia crecen mientras el Indec sigue falseando cifras.

Una noche de terror vivió la ciudad de Córdoba. El acuartelamiento de la policía generó consecuencias devastadoras. La ciudad se transformó en tierra de nadie y se cuentan por decenas los saqueos en supermercados y comercios, robos a punta de pistola a automovilistas, y asaltos en viviendas particulares. Los robos comenzaron en tarde del martes, pero con el correr de las horas la situación empeoró. Los comercios bajaron sus persianas alrededor de las 20 horas por precaución, la municipalidad decidió suspender el transporte público, y dejaron de circular ómnibus, taxis y remises. Desde ese momento, Córdoba fue “saqueada” y sumida en una noche de pesadilla.

Al menos 60 personas heridas, entre ellas 12 con armas de fuego, es el saldo parcial que dejó una ola de saqueos, robo y violencia que se desató en Córdoba luego de una protesta de policías que dejó a la ciudad en una situación de caos y descontrol. Así lo informó el director del Hospital de Urgencias de esta capital, un nosocomio que se vio desbordado al caer la noche.


Todo tipo de comercios fueron víctimas y las escenas que se vivían eran estremecedoras. La gente corría en las calles y saqueaba todo tipo de productos. Mujeres embarazadas saqueaban cochecitos y productos para bebes. Mientras se informaba con la frialdad de siempre, casi ningún medio relacionó este suceso con el hambre que se profundiza al ritmo vertiginoso de la inflación galopante que acosa al país. Comerciantes lloraban por las calles, desconsolados al ver el estado de sus comercios: “Esto no es hambre, me robaron bebidas alcohólicas y electrodomésticos” gritaba el dueño de un supermercado sin poder entender la anarquía que se vivía en la ciudad. Los malvivientes no hicieron diferencias a la hora de los saqueos. Un depósito de Caritas, que permitía la alimentación a 900 chicos fue totalmente vaciado.

Las redes sociales se transformaron en la principal fuente de información respecto a la realidad de lo que pasaba en la ciudad. Casillas policiales quemadas, comercios destrozados, ladrones con armas corriendo en la calle. Del otro lado los vecinos de distintos barrios se agruparon frente a los negocios, intentando proteger sus pertenencias “Cuando vengan los vamos a estar esperando”, aseguraban, mientras con palos, armas y cuchillos se paraban frente a la puerta de los comercios procurando impedir el ataque de los delincuentes. Este hecho es una señal de alarma: los bolsones de pobreza e indigencia crecen mientras el Indec sigue falseando cifras.

Numerosos supermercados y locales comerciales de esta Capital de Córdoba sufrieron saqueos y robos durante la tarde y la noche de este martes. Vecinos desprotegidos, algunos portando armas de fuego sobre los techos de sus locales para defenderse, agresiones de la gente a delincuentes que atacaron comercios, balaceras en diferentes barrios de la ciudad, supermercados desvalijados, puestos de vigilancia incendiados y un descontrol generalizado marcaban los hechos de violencia durante la noche y la madrugada.

El gobernador De la Sota, llegó pasada la 1 de la mañana del miércoles, proveniente de Panamá y hasta última hora intentaba destrabar el conflicto. Sin embargo descartó de plano aumento en los sueldos de los efectivos: “"No hay posibilidad de aumento salarial para los policías", dijo. Explicó que desde la Casa Rosada no le respondieron las llamadas. Córdoba vivió una noche que será tristemente histórica y difícilmente pueda ser olvidada.