Las camperas de la Fiesta Nacional del Sol 2013

Por Marcelo Arancibia 
Partido GEN San Juan 
En la obra de teatro “El enemigo del pueblo”, del escritor noruego Henrik Ibsen, el protagonista doctor Stockmann advierte al pueblo que vive de un balneario donde el agua está contaminada. Al principio el denunciante es un héroe y luego un enemigo por amenazar la principal fuente de trabajo del pueblo. Stockmann "sabía que las aguas están contaminadas, pero no las bases morales del pueblo".

Hace tiempo que San Juan carece de Instituciones y de líderes capaces -con valentía y visión estratégica- de garantizar el funcionamiento de aquellas Instituciones -por ejemplo, las penales que previenen y castigan la corrupción gubernamental-, pero lo más llamativo es su propia sociedad civil que, entre corrompida, adormecida, anómica, atemorizada y resignada, convive y festeja la corrupción del poder.

La FNS es uno de los eventos mas promocionados por el Gobierno Justicialista de José Luis Gioja; y es, tal vez, el que la sociedad sanjuanina mas aprecia y respalda. Sin embargo, en la FNS prima el principio del oscurantismo respecto a la ejecución y control del gasto público. Nadie sabe cuanto sale la FNS. Nadie explica por qué las contrataciones son directas y privadas y jamás públicas y abiertas a todos los posibles oferentes. No se conoce a ciencia cierta el listado de proveedores, contratistas e intermediarios; y menos aún se sabe cuales son las relaciones existentes entre el que paga y quienes cobran y, respecto a éstos últimos, cuanto cobran.

La corrupción es la suma de discrecionalidad mas inexistencia de rendición de cuentas de los funcionarios públicos. Estas son las reglas que imperan en la FNS. Para muestra, un botón.

Para la FNS 2013 el ingreso de las Princesas Departamentales al anfiteatro del Autódromo del Zonda fué montando cada una de ellas una espectacular moto Harley - Davidson. Desde la Organización se acordó con un grupo de propietarios de aquellas clásicas y costosísimas motos norteamericanas, su participación a cambio de proveerles a los motoqueros de 19 camperas de cuero de un similar diseño.

Uno de los motoqueros, tradicional contratista del Estado y conocedor de la burocracia administrativa, propuso a la Organización de la FNS comprar las 19 camperas de cuero y reclamar su reintegro del Estado.

A punto de dar inicio la FNS 2014 el motoquero proveedor del Estado, al no tener novedades del reintegro por la compra de las 19 camperas de cuero, consultó en Tesorería sobre el avance del trámite administrativo. Boquiabierto quedó cuando se le informó que no solo había cobrado el reintegro por las 19 camperas de cuero, sino que también se le había pagado a cada motoquero $10.000 en concepto de cachets artístico por su participación en la FNS 2013.

Cuando los 19 propietarios de las Harley-Davidson conocieron que alguien se quedó con la plata que había puesto el motoquero proveedor para comprar las 19 camperas de cuero, y que ese alguien cobró en su nombre $190.000 que ellos no habían pedido ni cobrado, debatieron que hacer. Y decidieron no hacer nada, por miedo a perder las propias canonjía otorgadas por el Gobierno, o perder parte de su patrimonio por la voluntad arbitraria de un poder descontrolado.

El de las camperas de cuero podría ser un hecho aislado de corrupción, pero también podría constituir uno de los cotidianos hechos de corrupción de una fiesta que, según sea el nivel de adhesión al gobierno que tenga el medio de comunicación que informa, convoca entre 100.000 a 300.000 personas en el carrusel del viernes o en la coronación de la reina del sábado.

Lo cierto es que, a la par de las numerosas obras públicas que la historia recordará del Gobierno de Gioja, también lo hará como quien destruyó toda noción republicana de control y rendición de cuentas de los fondos públicos al amparo de una sociedad que, mayoritariamente, parece tener sucia ó adormecida la moral pública, como aquella sociedad que describe Henrik Ibsen en su obra de teatro "El Enemigo del Pueblo".