Un estudio explica que ascienden a u$s11.000 millones si se descuentan de los activos internacionales conceptos como deuda en default, encajes en bancos y préstamos de entidades internacionales. Nada es lo que parece.
Las dudas sobre el verdadero nivel de reservas internacionales en las arcas del Banco Central no es una novedad, pero toma mayor relevancia en las últimas semanas, en las que la entidad que preside Alejandro Vanoli presenta una llamativa estabilidad por encima de los u$s31.000 millones, cuestionada por diversos estudios privados.
Al respecto, un análisis realizado por el economista Nicolás Cachanosky, en base al último balance del Banco Central actualizado al 7 de febrero, indica que sobre los activos internacionales totales de u$s31.452 millones, unos u$s8.067 millones (25,6%) corresponde a depósitos en moneda extranjera en el sistema financiero local, que se contabilizan como reservas en concepto de encajes.
Asimismo, Cachanosky, doctor en Economía y docente en la Universidad Metropolitana de Denver (EEUU) y titular del blog Punto de Vista Económico, resta al monto total otros ítems, como Derechos Especiales de Giro (DEG) utilizables por los miembros del Fondo Monetario Internacional, por u$s451 millones; préstamos de organismos internacionales y multilaterales (u$s222 millones); los CEDIN en circulación (u$s377 millones), y otros pasivos por u$s3.449 millones (11%) en los que se contempla el "swap" de monedas con el Banco Central de China, realizado en yuanes, pero contabilizado en dólares por el BCRA.
Cachanosky amplía la discriminación de fondos en las arcas del Central, donde detecta unos u$s5.000 millones (15,9% del total) adeudados a empresas por importaciones ya concretadas, pero cuyas divisas no fueron aún liberadas para la demanda en el mercado mayorista.
Por otra parte, el economista advierte que se cuentan como reservas unos u$s1.500 millones (4,8%) en concepto de liquidación de exportaciones que se rindieron como adelanto sobre operaciones de comercio exterior futuras, es decir que se deberán descontar de ingresos en los próximos meses.
Otros u$s1.616 millones (5,1%) son lisa y llanamente los dólares que la Argentina destinó desde junio de 2014 a los tenedores de deuda reestructurada, cuyo pago fue bloqueado por el juez Thomas Griesa, en el marco de la causa iniciada por los holdouts en Nueva York que dejó a nuestro país en default técnico. El Gobierno depositó estos vencimientos en un fideicomiso en el Banco Nación, que al no haber sido cobrados aún por los acreedores se siguen incorporando a las reservas, pero sólo a efectos contables.
Según el cálculo de Nicolás Cachanosky, las reservas netas de la Argentina se reducen a sólo u$s10.770 millones, poco más de un tercio o un 34,2% del total asentado en los balances de la autoridad monetaria.
El estudio coincide con otros análisis privados que indican que la administración de Cristina Kirchner podría concluir el 10 de diciembre con escasas reservas en el Banco Central. La consultora Ledesma estimó que las reservas internacionales apenas superan los u$s16.000 millones sin los pasivos contingentes o el "swap" de monedas con China.
En declaraciones radiales, el ex secretario de Finanzas Guillermo Nielsen encargado del primer canje de deuda lanzado por Néstor Kirchner en el 2005, estimó que "el swap con China y el nuevo default con los bonistas derivan en un maquillaje de las reservas del orden del 16%", aunque "en realidad no son activos del BCRA".
A la vez profundiza el escenario de escasez de divisas el cronograma de vencimientos de deuda en moneda extranjera previsto para 2015, en torno a los 14.000 millones de dólares. La consultora Economía & Regiones, señaló que "el sector público consolidado deberá afrontar pagos de deuda netos de refinanciamiento por u$s14.100 millones" antes de fin de año, practicamente, el total de las reservas existentes luego de las deducciones descriptas.
El Gobierno estima que podrá hacer frente al pago de deuda este año con divisas suficientes, debido a los desembolsos comprometidos por China para inversiones de infraestructura, aunque estos giros serán en yuanes y no en dólares norteamericanos, la principal moneda de reserva en el plano internacional.
El ex viceministro de Economía Gastón Rossi propuso como estrategia razonable la de emitir deuda pública este año por unos u$s5.000 millones, para descomprimir la utilización de las reservas del BCRA, junto con un eventual canje de bonos por otros u$s6.000 millones, alternativa que considera viable en el mes de octubre, cuando vencerá el Boden 2015.
"Hay que canjear a deuda a vencer por deuda a mas plazo y emitir nueva deuda. (...) El kirchnerismo va a abandonar la gestión con un nivel de endeudamiento bajo respecto de la región, esto permite un margen de maniobra. Es preferible emitir deuda y no estar penando por las reservas y no permitiendo a los industriales importar insumos que recrudecer el cepo a las importaciones", dijo Rossi a radio Mitre.
El economista Nicolás Cachanosky graficó en un cuadro la acelerada pérdida de reservas netas durante las presidencias de Mercedes Marcó del Pont, Juan Carlos Fábrega y, recientemente, de Alejandro Vanoli en el Banco Central. La caída contrasta con el prógreso de los activos registrado durante las gestiones de Martín Redrado y Alfonso Prat Gay, también durante la gestión del kirchnerismo.