Por Federico Agüero
Los primeros dos meses del año 2015 transcurren distintos a lo que muchos imaginaban a finales del año pasado. El año 2014 fue muy difícil para la gente, ya que arrancó con una disparada del dólar que llegó a 16 pesos, y la inflación, que al final fue del 40%, generó grandes protestas obreras y sindicales. La lucha contra la inflación y la carestía de vida fue el signo distintivo del año pasado y a hacia el final se contaminó con amenazas de levantamientos populares, reales y promocionadas desde distintas usinas, que llevaron a los sindicalistas a aflojar con los paros, aunque al final los desmanes no se ocurrieron.
El gobierno logró mantener el dólar a costa del freno en la economía y manejó bien la negociación de la deuda externa con los bonistas en juicios. Además con el crédito en 12 cuotas y los precios cuidados hizo que la inflación se moderara un poco. Con ese panorama se dispuso a enfrentar el año 2015, electoral y decisivo, proyectando una gran cantidad de gastos en obra pública y recreaciones, que engrosan enormemente el déficit fiscal. Tenían la expectativa de sacar el 40% de votos en primera vuelta, con un Scioli condicionado y con listas “infiltradas” por camporistas. Pensaban que si ganaban las elecciones ya iban a tener tiempo para ver como arreglaban la economía, y en caso de perder el problema sería de los otros y, ellos como oposición, quedarían expectante para volver en el 2019.
El kirchnerismo hace esfuerzo por retomar la iniciativa
Pero la denuncia de Nisman y la posterior dudosa muerte del fiscal derrumbó este plan. La gente no bancó, ni banca, la muerte de un fiscal, es la gota que colmó el vaso de la bronca, por eso se movilizó el 4 de febrero y masivamente el 18f. De esta manera paso a segundo plano el debate económico-sindical. El inicio de clases en San Juan le resultó a Gioja más barato que el año 2014, no sólo por la “amistad” y actitud colaboradora con el gobierno que tiene la conducción de UDAP, sino porque la gente a puesto sus expectativas en castigar estas políticas centralmente en las elecciones generales de agosto y octubre próximo.
El kirchnerismo hace grandes esfuerzos por recomponerse de la muerte de Nisman. El 1 de marzo en el inicio de las actividades del Congreso el kirchnerismo reunió a gran cantidad de militantes y otros que no lo son, con costos altísimos. Se calcula que usaron miles de colectivos y pagaron 400 pesos a cada uno de los “militantes” que subió en ellos, de San Juan salieron más de 20. Una cuenta rápida arroja que gastaron varias veces más en un acto político de lo que prometieron aportar para ayudar a la producción vitivinícola.
Ahora ellos saben que van a perder irremediablemente en las elecciones de octubre. Esto, entre líneas, lo dejó en claro Cristina en su discurso ante la Asamblea legislativa, y el kirchnerismo “duro” sabe perfectamente que en el 2016, ya en el “llano político” va a tener que desfilar por los pasillos de los juzgados de la justicia. Por eso hoy, y en lo que les queda de gestión, van a poner en el centro de su política golpear a los sectores opositores de la justicia y victimizarse, para esto es vital tener fiscales y jueces adictos y controlar y presionar a los que no lo son,mediante las escuchas, los archivos, los carpetazos, etc.
El discurso de la presidenta ante la Asamblea fue mentiroso, principalmente porque no hay crecimiento ni industrialización, la economía está descendiendo, lentamente pero desciende y no hay perspectiva de un nuevo despegue. Por ejemplo en San Juan, migran las empresas que perdieron promoción industrial, Delphi resiste por la lucha de sus trabajadores, el proyecto minero esta en jaque luego la caída de Pascua-Lama, los viñateros están quebrados y junto con todo el sector vitivinícola están en crisis los trabajadores del campo. Por eso la situación de San Juan no condice en nada con lo que dijo la presidenta el domingo pasado.
La presidenta y el kirchnerismo intentan retomar la iniciativa política con anuncios, sacan de la galera una estatización de los ferrocarriles, emulando, dice ella, emular la gesta de Perón, que no sería tal, porque los ferrocarriles ya son estatales y lo que tienen que hacer es más sencillo, quitarle la concesión a los privados, algo lógico después de la catástrofe de la Estación Once. No obstante el punto es válido porque obliga a hacer una comparación entre el peronismo y el kirchnerismo.
El kirchnerismo no representa a Perón
El peronismo, el Partido Justicialista, que tenía entre sus banderas la dignificación mediante el trabajo, era un partido que tenía obreros y burguesía nacional. Hoy en el FPV no hay burguesía nacional porque este proyecto es el que ha terminado de destruirla con sus acuerdos integrales con China, y en realidad es un frente dominado por una burguesía intermediaria del imperialismo muy agresiva y autoritaria; y en vez de obreros es un partido que tiene planes sociales y contratados en el estado.
Por eso el kichnerismo ha hecho descender los niveles del debate político de masas, en ese marco es que no ha solucionado ninguno de los problemas estructurales del país, ha profundizado el clientelismo, la coerción permanente a todo nivel y el favor político a cambio de prebendas.
¿Qué modelo quieren profundizar los candidatos del Frente para la Victoria? El de la exportación de materias primas a bajos precios como la soja, el de la destrucción de la vitivinicultura, el de la desindustrialización, el de la indefensión nacional y la entrada del país al mundo narco. Ese nunca fue el proyecto de la burguesía nacional de Perón , sino el de la oligarquía pecuaria tradicional. El proyecto de Perón fue el de la independencia económica, la justicia social y la soberanía política, banderas que hoy, en forma oportunista, intenta apoderárselas Macri, robándose, además al “Lole” Reutemann.
Para colmo, el proyecto de Cristina y Gioja, el proyecto de la dependencia, ha colapsado. No pueden dar respuestas porque necesita de la tracción del mercado internacional, y no de la movilización de las propias fuerzas del país.
Responsabilidad de los gobernadores y diputados del FpV
¿Qué responsabilidad tienen los gobernadores en esta catástrofe de fin de ciclo de kirchnerismo? Toda. Los diputados y senadores provinciales, van y votan a ojos cerrados todos los proyectos que propone el gobierno nacional, y a cambio Gioja negocia prebendas “para San Juan”. Así hoy, por ejemplo, se coparticipa el 23% de los impuestos que se recaudan y no el 56% como corresponde y ninguno de ellos dice nada.
Pero hay gente que sí quiere decir algo, que sí quiere levantar la voz desde las provincias, para poner en movimiento el gran potencial creador que tiene nuestro pueblo. A eso apostamos los que queremos dar una respuesta política al proyecto del kirchnerismo y el giojismo, a reunir en un gran frente a todas las fuerzas políticas y personalidades que quieran armar un proyecto productivo, con trabajo, educación, vivienda, seguridad, etc. solidario, integrador, que sea soberano y sustentable para todo el pueblo sanjuanino y argentino.
Para eso hay que combatir la mentira y la prepotencia del kirchnerismo y del giojismo, que quieren obligar al pueblo a pensar con la necesidad inmediata y no con la perspectiva de un futuro mejor.
Uranio en Jáchal
Una asamblea multitudinaria realizada el viernes 27 de febrero decidió que “Jáchal no se toca”. Esta sencilla consigna tiene muchos significados, pero el mas importantes es un clamor que quiere frenar la prepotencia del Giojismo, que con todo lo relacionado al tema minero se ha manejado de manera similar, primero imponer y después obligar a optar.
Los primeros proyectos mega mineros de la provincia, Veladero y Gualcamayo, fueron trabajados por el gobierno en silencio, hasta que la militancia de izquierda y ambientalista los destaparon y obligaron a su discusión masiva. En esa instancia el giojismo obligó al pueblo a optar entre la desocupación y la pobreza o la entrega de nuestros recursos, con la posibilidad de contaminación, pero con un salario digno.
Hoy el pueblo de Jáchal, luego de 10 años de experiencia con la mega minería, pide respeto, pide que el gobierno trabaje para lograr la Licencia Social. Pero no, el giojismo, entre gallos y medianoche, mete las maquinas a explorar y “san se acabó”, imponen el proyecto minero.
Ahora son secundarios todos los argumentos, por racionales y científicos que sean, sobre la conveniencia o no de explotar la energía nuclear, porque el punto está en que este gobierno no es garantía de nada bueno. Porque miente y manijea, y quiere llevar a la gente a pensar con la panza y no con la cabeza.
Mientras esto no cambie, mientras no haya garantías de que se pueda discutir, analizar, investigar y controlar democráticamente la actividad minera, hay que decir bien fuerte ¡Jáchal No se toca!