Autor: Esteban Schmidt
Género: Narrativa
Editorial: Emecé
Páginas: 180
Es tan difícil reseñar el libro The Palermo Manifiesto como entender el entramado impredecible de la historia argentina. Entonces sí, dicho esto, justificado el despropósito, vamos a seguir adelante. Porque el tiempo no se detiene y la historia ha engrosado su volumen día a día hasta convertirse en un enigma de difícil resolución. Pero Esteban Schmidt lo hace fácil cuando escribe: “es una exigencia muy difícil cumplir la meta de dar la propia visión del mundo, aquello de entrar, contar la historia y salir”. Estebitan, álter ego del autor, se para frente a un público figurado (el lector) y lanza su arenga potente, ácida, corrosiva y crítica que suena demoledora. Suena así porque en realidad lo es.
Los últimos años de la historia política argentina desgranados sin un orden y sin un método. Así nomás, a pura escritura, como sólo pueden hacerlos los protagonistas de su tiempo. Gracias, Esteban, no hacía falta tanto énfasis para explicarnos que estamos en un país con gente de mierda y con gobernantes de mierda, exceptuando, claro está, “los dos mil o tres mil tipos que hacemos la diferencia en este país, con toda la furia somos sólo doscientos los que podemos arriesgarlo todo. Ésa es la verdad”. Qué cosa esto de la argentinidad, tanta petulancia para tan magros resultados. Con precisión admirable, Schmidt presenta dos o tres casos de funcionarios, asesores y gente como uno que son apenas un muestreo de lo que somos capaces de hacer en nombre del bienestar propio y de la democracia, olvidando a la comunidad en la que vivimos.
Bástenos leer un poco de este brutal manifiesto para entender que el narrador no se guarda nada: “Todos los argentinos nos merecemos un barco. Todos soñamos con el timón de madera de roble lustrado haciendo la travesía Punta-Florida. Todos queremos lo mismo y sólo cien tipos lo pueden tener. La puta que los pario a esos cien”.
Ya la contratapa del libro lo anuncia con elocuente justeza: The Palermo Manifesto apunta y hace centro en los lugares comunes y una serie de personajes que montaron sus negocios a caballo de la industria de los símbolos que disfrazan las ruinas. No es un texto sobre Palermo sino desde Palermo, escrito en los bares del barrio salvado del país destruido y destinado a conmover tanto a los dueños de la academia, el periodismo y la política como a sus victimas.
El autor moviliza, pincha el corazón de cada lector, y parece decir: “Levántate y anda” a quienes ya se amoldaron a lo que hay y reconocen lo patético del conformismo. También escrito en contratapa: Esteban Schmidt es un francotirador sin patrones. Un pequeño mito contemporáneo en los pantanales de la escritura política.
Ahora escribo yo de nuevo: pobre Estebitan, es sin hesitación un orador elegante condenado a narrar la caída de la Argentina que pudo ser y no fue. Excelente literatura. Sin duda, el mejor libro de los últimos 20 años. (Por E. Simón)