Por protestas y saqueos en diferentes provincias movilizan a 10.000 gendarmes

Policía quema cubiertas en Rosario.
En medio de un fuerte desconcierto federal, el gobierno de Cristina La Muchacha Progre Kirchner intentó deslindar las culpas por la crisis de protestas policiales y saqueos a comercios en varias provincias del interior del país. Dijo que "son de exclusiva competencia de las provincias".

Sin embargo, en las últimas horas movilizó a 10.000 efectivos de Gendarmería Nacional a las regiones más candentes a los efectos de evitar el efecto dominó que los cordobeses generaron tras la noche trágica de la semana que termina. Además diseña un plan antisaqueos para el 20 de diciembre próximo, cuando se recuerda el peor día de la crisis de 2001 donde El Chupete De la Rúa abandonó el gobierno trepado al helicóptero.

Córdoba: sangre y locura en una semana
que termina con dos muertos.
Pese al nerviosismo oficial, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, insistió desde Chaco en que la responsabilidad por la seguridad es "pura y exclusivamente de competencia provincial". En medio de este cuadro, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, viajó con 2.500 gendarmes a la provincia de Santa Fe por pedido del gobernador Antonio Bonfatti. Otros 2.000 habían enviado anteayer a Córdoba, los que se sumaron a los prefectos que fueron a Catamarca y a los escuadrones de gendarmes que viajaron a Neuquén, Río Negro, San Juan, Chubut, La Rioja, Bariloche y a la provincia de Buenos Aires, sobre todo a Mar del Plata y Chivilcoy, dos puntos que el Gobierno considera conflictivos.

Mientras tanto en Buenos Aires, en medio de una fuerte preocupación por el peligro de contagio de los saqueos y conflictos por los reclamos de las fuerzas de seguridad registrados en casi todo el país, el gobernador bonaerense Daniel Ecléctico Scioli anunció que prepara una mejora salarial para enero. Además, ante los rumores que se acrecentaron durante la jornada, acerca de posibles ataques delictivos, se realizó un refuerzo de la presencia de efectivos policiales en supermercados y zonas comerciales del conourbano. Scioli encomendó al ministro de Seguridad de la provincia, Alejandro Granados, enviar señales y un fuerte mensaje de apoyo a la institución policial. "Quiero agradecer a la policía de la provincia de Buenos Aires su compromiso, responsabilidad, su sentido del deber y su vocación de servicio por estas horas tan sensibles", declaró el propio Scioli, por la mañana, durante un acto en el puerto de La Plata. También afirmó: "Buscamos en todo momento jerarquizarlas, darles más oportunidades para ellos y sus familias".

Los operativos en cada región consisten en presencia de gendarmes, coordinados con fuerzas provinciales, intercambio informativo, tácticas de cómo ingresar, salir y cubrir los barrios, métodos de comunicación entre fuerzas y denunciantes barriales de los saqueos. "En total estamos movilizando 10 mil efectivos de Gendarmería", confió un funcionario del Ministerio de Seguridad que dirige María Cecilia Rodríguez, que en los cinco días de crisis aún no se mostró en público. El diagnóstico real del Gobierno es alarmante. En la más estricta reserva atribuye los saqueos a que las policías provinciales acuarteladas liberan zonas e instigan a grupos de delincuentes, algunos vinculados con el narcotráfico, con los que tienen contacto, para que cometan esos estragos en motos y camionetas. Así presionan y condicionan a los gobiernos provinciales. Esa fue la conclusión de Berni, que anteayer viajó a Córdoba y que conversó con todo el gobierno de José Manuel de la Sota. Ese mismo informe le dio Berni a Cristina Kirchner anteanoche en Olivos y ella ordenó un plan y movilizar a las fuerzas.

La policía acuartelada en Neuquén.
La crisis social es el caldo de cultivo para que se propaguen esos focos a cientos de saqueadores. Por eso, la Presidenta evalúa en Olivos adelantar el pago del aguinaldo a todo el sector público y a los jubilados para antes de la Navidad. En lo económico, apuesta a que las empresas cerealeras aporten esta semana 2000 millones de dólares a cambio de una letra del Banco Central y así oxigenar las reservas que caen todas las semanas. Puertas adentro, según se supo, algunos funcionarios evaluaron que Cristina La Muchacha Progre y su secretario de Legal y Técnica, Carlos Transparencia Zannini demoraron demasiado el envío de gendarmes a Córdoba para aislar a De la Sota por ser opositor y dejaron escalar el conflicto a un punto de descontrol. Capitanich quería enviar las tropas de inmediato pero fue obligado a acatar la orden. Cristina desgastó así a su nuevo ministro y dejó que las demás policías provinciales se sumaran a la protestas.