Abarcan a casi todos los sectores y no se sabe hasta cuando será. Tampoco se consiguen divisas para saldar deudas con proveedores del exterior. Entre los importadores del mundo de la salud, están faltando algunos medicamentos, vacunas contra la hepatitis, varicela y antirrábica; drogas para producir medicinas en el país, insumos para oncología, protectores solares importados, guantes de látex, jeringas descartables, tampones e insumos biomédicos, entre otros.
La restrictiva administración del comercio exterior que el Gobierno impulsa para frenar la fuga de dólares, uno de los mayores dolores de cabeza del equipo económico, vuelve a revelar su contracara más temida: el desabastecimiento de insumos importados fundamentales tanto para la producción nacional como para la vida cotidiana. Las quejas de los importadores se extienden a casi todos los rubros. Aparecen faltantes de insumos en hospitales y farmacias -los más preocupantes-, pero también se sienten en la golpeada manufactura industrial (específicamente la automotriz, la electrónica y la de electrodomésticos). Además faltan juguetes, repuestos para computadoras, textiles, alimentos congelados, insumos informáticos e importantes productos para la actividad agropecuaria y la vitivinicultura. Así lo demostró un relevamiento de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA).
El gerente de la entidad, Miguel Ponce, dijo que el trabajo se basa en información provista por diversas cámaras de la industria y el comercio, especialmente de la provincia de Buenos Aires. Según denuncias de colegios de farmacéuticos y de profesionales particulares, el sector de la salud es uno de los más afectados.
A las trabas administrativas instrumentadas por la Secretaría de Comercio y la AFIP se les suma la imposibilidad de conseguir divisas para que los importadores les paguen a sus proveedores del exterior. Este problema trae como consecuencia las quejas de esas empresas y, muchas veces, el atraso en la llegada de insumos clave para la producción. De acuerdo con datos de la CIRA, el Gobierno les debe a los importadores cerca de US$ 5000 millones.
La semana pasada, las automotrices se quejaron públicamente del retaceo de divisas para pagar a sus proveedores del exterior, lo que, advirtieron, puede frenar la producción. En ese contexto, el Gobierno autorizó US$ 96 millones más sólo para las empresas que acrediten nuevas inversiones en el país.
Los laboratorios también están mostrando problemas para conseguir dólares e importar los insumos necesarios para la elaboración de medicamentos en sus plantas locales. "En las últimas semanas hemos notado un creciente atraso en la autorización para la compra de divisas para pagar a proveedores", indicó una fuente de la industria, sector que ha convivido en los últimos tiempos en fuerte tensión con el Gobierno, donde no agradan las quejas públicas por las restricciones.
Es acaso el motivo por el que en las empresas son extremadamente cuidadosos al hablar, principalmente cuando se refieren al abastecimiento. "A cada empresa le dan un cupo semanal de dólares para importar, lo que muchas veces limita el pago a los proveedores", confirmó otra fuente del mercado. Ambas fuentes descartaron, sin embargo, que haya por ahora desabastecimiento de medicamentos y sugirieron que las faltas de vacunas se deben a problemas en la producción mundial. En tanto, en una importante cadena de farmacias estimaron que lo que podría haber son faltantes circunstanciales en determinados productos, pero no masivos.
"Reiteramos que los insumos hospitalarios y todos los remedios, vacunas y demás elementos que hacen a la salud deben ser excluidos del sistema de comercio exterior administrado o, al menos, lograr una automaticidad en la aprobación de las DJAI [declaraciones juradas anticipadas]", señaló Ponce. "No mueven el amperímetro de la balanza comercial y, además, generan angustia en cada vez más amplios sectores de nuestra población", criticó.
Según el relevamiento entre los importadores del mundo de la salud, están faltando algunos tipos de medicamentos, vacunas contra la hepatitis, varicela y antirrábica, drogas para producir medicinas en el país, insumos para oncología, protectores solares importados, guantes de látex, jeringas descartables, tampones e insumos biomédicos, entre otros.
En momentos de restricción de divisas, y como consecuencia del déficit en dólares que muestra el autopartismo con sus socios del exterior, la industria automotriz aparece muy golpeada por las trabas oficiales. El desabastecimiento se mide por la falta de repuestos en general, juegos de aros, pastillas de freno, bielas, filtros y bujías, entre otras partes.
"Si, como queda claro, la importación es la principal proveedora de la industria nacional, ya que alrededor del 90 por ciento de lo que se importa es para la producción, afectarla es golpear sobre el nivel de actividad y sobre las exportaciones, lo que pega de lleno en el empleo", señaló Ponce.
Pero no sólo las manufacturas industriales son afectadas por las trabas oficiales. El presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba, Norberto Delfino, estimó que a las empresas que tenían presupuestadas importaciones de insumos les fueron reduciendo cada vez más el cupo de compras al exterior. No obstante, a algunas les fueron resolviendo algunas DJAI. "Pero para las importadoras de productos terminados la cosa fue más grave", contó el especialista, que observó faltantes en los últimos días en insumos para armar bicicletas y productos clave para la producción de motos.
En tanto, en la agricultura faltan -según la lista de quejas que elaboró la Cámara de Importadores- productos como fumigantes para diferentes cultivos, bromuros, fertilizantes, y fungicidas y herbicidas. La vitivinicultura también se ve afectada y registra escasez de vasijas para recoger las uvas, aditivos para la elaboración del malbec, barricas y toneles, y corchos y tapones especiales, entre otras cosas.
"El juguetero vive de las novedades que surgen en el exterior", afirmó Carlos Restaino, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Empresas de Juguetes y Afines (Aadeja). "El 65 por ciento de lo que se vende viene de afuera. En la actualidad tenemos algunos problemas. Va a haber juguetes, pero está claro que no va a haber la misma cantidad que había antes ni tampoco la variedad", cerró el experto. Será, para los chicos, una Navidad apagada.
Consumidores Libres advirtió que la canasta navideña llegará este año con un aumento interanual del 36,9 por ciento. La organización que preside el ex diputado Héctor Polino precisó que una familia deberá gastar este año $ 1011 para comprar los artículos de la mesa navideña y destacó que los frutos secos y pandulces acumulan los mayores aumentos, mientras que el champagne y la sidra tuvieron subas por debajo del promedio general.