Corrupción: Argentina ocupa el puesto 107 sobre 175 países relevados

Volvió a caer en el índice del país en el item "percepción de la corrupción" según Transparencia Internacional. En la región Argentina sólo es superada por Venezuela, Paraguay y Ecuador. Los países emergentes, especialmente el bloque que componen los BRIC -Brasil, Rusia, la India y China-, también presentaron problemas en materia de corrupción. A nivel mundial, Dinamarca se ubicó como el país con mejor reputación.

El país volvió a caer en el ranking que expone la percepción que se tiene sobre actos de corrupción. Según la medición de la organización no gubernamental Transparencia Internacional, el país ocupa el puesto 107 sobre los 175 países evaluados, un lugar debajo del que ocupaba hace un año. Éste es el tercer descenso de manera consecutiva; en 2012, el Estado nacional ocupaba la posición 102. Así, la Argentina superó ampliamente la media para colocarse en el pelotón de países con mayores índices de corrupción del mundo.

En el ranking regional, incluso, Argentina -que sumó 34 sobre 100 puntos- se colocó en el lugar 22, por debajo de Uruguay, Chile, Brasil, Perú, Colombia, Bolivia y México. Sólo fue superada por Ecuador, Paraguay y Venezuela, que está al fondo de la tabla.

"Esta caída en el índice refleja la total ausencia de esfuerzos en nuestro país en materia de lucha contra la corrupción. Los organismos de control fueron reducidos a su mínima expresión durante los últimos años, convirtiéndolos en actores intrascendentes", dijo Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano.

La queja de Secchi apuntó contra la inacción que muestran la Oficina Anticorrupción (OA), a cargo de Julio Vitobello; la Sindicatura General de la Nación (Sigen), al mando del kirchnerista Daniel Reposo; la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, que dirige Guillermo Noailles, y la Defensoría del Pueblo de la Nación, cargo que se encuentra vacante desde 2009.

"La impunidad es quizás uno de los mayores desafíos en la lucha contra la corrupción. La impunidad que existe en la Argentina es un incentivo para aquellos que quieren hacer uso privado de la administración pública", destacó Secchi.

Los embates del Gobierno contra la Justicia, sumados a los procesamientos contra Amado Boudou por el caso Ciccone y la transferencia de un automóvil con papeles falsos; la investigación sobre los vínculos de la presidenta Cristina Kirchner y sus hijos, Máximo y Florencia, con el empresario Lázaro Báez, y los procesamientos de funcionarios de primera línea como Ricardo Jaime, Juan Pablo Schiavi y Guillermo Moreno, entre otros, fueron algunos de los temas que se evaluaron a la hora de calificar al país.

"La lucha contra la corrupción queda en manos de aquellos jueces o fiscales que por propio convencimiento y ateniéndose a las consecuencias políticas se animan a investigar. En aquellos países que se ubican en puestos rezagados, como el nuestro, la corrupción afecta directamente la calidad de vida de las personas", sostuvo Secchi.

A nivel mundial, Dinamarca se ubicó como el país con mejor reputación, con una puntuación de 92; mientras que Corea del Norte y Somalia compartieron el último lugar, con apenas ocho puntos.

Más de dos tercios de los 175 países incluidos en el Índice de Percepción de la Corrupción 2014 obtuvieron una puntuación inferior a 50, en una escala de 0 (altos niveles de corrupción) a 100 (bajos niveles de corrupción).

"El índice pone de manifiesto que cuando líderes y altos funcionarios abusan de su poder para usar fondos públicos en beneficio propio el crecimiento se ve minado y los esfuerzos por frenar la corrupción quedan frustrados", sostuvo José Ugaz, presidente de Transparencia Internacional.

La tabla se elaboró a partir de las opiniones de expertos sobre la temática en el sector público con encuestas realizadas entre empresarios, dirigentes, analistas y diversas entidades sociales.

Otro de los datos destacados de la muestra fue la puntuación de algunos países que tuvieron un aumento o descenso de al menos cuatro puntos. El declive más pronunciado fue el de Turquía, que cayó cinco; mientras que Angola, China y Ruanda, cayeron cuatro. En tanto que las mejoras más notables se manifestaron en Costa de Marfil y Egipto, con cinco unidades.

La puntuación de China bajó de 40 a 36 a pesar de que el gobierno de ese país puso en marcha una campaña para erradicar los actos de cohecho entre funcionarios públicos. En enero de este año, diversos documentos confidenciales que salieron a la luz revelaron la existencia de 22.000 clientes de paraísos fiscales provenientes de China y Hong Kong, incluidos numerosos líderes del país. También se observaron graves problemas de corrupción y lavado de dinero en Brasil (que obtuvo una puntuación de 43), la India (38) y Rusia (27).

"La corrupción a gran escala en economías importantes no sólo priva a los sectores más pobres de derechos fundamentales, sino que además menoscaba la gobernabilidad y genera inestabilidad. Las economías de rápido crecimiento cuyos gobiernos se niegan a actuar con transparencia y toleran la corrupción generan una cultura de impunidad", observó Ugaz.