
En la planta de Santa Lucía se fabrican mazos de cable para Peugeot. Tiene 470 operarios divididos en dos turnos, quienes sumados a personal de limpieza, cocina y seguridad, suman unos 600 trabajadores. Desde fines de 2014 la empresa no asegura la continuidad laboral. Con la versión que gravita entre los empleados acerca del cierre, que sería el 23 de enero, y ante la inacción de la U.O.Y.E.P. (Unión Obreros y Empleados Plásticos), los trabajadores de Delphi comenzaron a exigir que se garanticen sus puestos de trabajo.
Cortes de ruta, bloqueo de portones, movilizaciones al Ministerio de Trabajo, son algunas de las acciones que integran el plan de lucha de los operarios que sólo aspiran a preservar sus puestos de trabajo. Por su parte, los rumores indican que se está intentando "vender" la planta a empresarios afines al Gobierno nacional (hasta se nombró a miembros de la UIA alineados al kirchnerismo), con todas las facilidades del caso. Los trabajadores de Delphi esperan una definición pero movilizados y en estado de alerta.
"Tenemos la claridad de que todo se basa en un gran negocio entre la patronal (Delphi), el gremio (UOyEP) y un par de empresarios tan buitres como la multinacional que nos quiere dejar sin futuro", explicó uno de los trabajadores de la planta. "Pero gran parte de toda la responsabilidad la tiene el Gobierno nacional y provincial", concluyó.
La semana pasada fue una semana de transición donde un directivo de Delphi (Alejandro Siero, apoderado de la firma en Argentina) dio su palabra aduciendo que los trabajadores tendrían la decisión definitiva sobre el traspaso de la firma a un empresario. Los operarios fueron apretados. Les dijeron que si no querían esperar hasta el lunes 19 de enero para escuchar las propuestas del interesado, la opción que quedaría sería que la empresa pagaría las indemnizaciones correspondientes para luego poner el candado en la fábrica.