Fotografía: Agencia DyN. |
Cinco provincias con inundaciones, más de cinco mil evacuados, ciudades aisladas, ríos desbordados, caminos anegados, servicios básicos interrumpidos y clases suspendidas es el panorama que dejó ayer un nuevo temporal en la zona centro del país. Córdoba resultó otra vez la más afectada, a tal punto que el gobernador José Manuel de la Sota aseguró ayer que se trata de la peor catástrofe climática en la provincia de los últimos 50 años. Las otras provincias donde se registraron inundaciones fueron Santa Fe, Santiago del Estero, San Luis y Catamarca.
En Córdoba, el agua sigue sin dar tregua. En la madrugada de ayer volvió a llover con fuerza y la dimensión de la catástrofe impulsó al gobierno provincial -a instancias de una sugerencia del jefe del Tercer Cuerpo de Ejército- a dividir el territorio en cinco zonas operativas, cada una con un coordinador responsable. La provincia está declarada en "emergencia" y las ciudades más complicadas son Idiazábal (Sudeste) y Balnearia (San Justo), prácticamente con toda su población evacuada. El agua socavó dos conexiones subterráneas de fibra óptica, una en Jesús María y otra, en Capilla del Monte. Esto afectó el servicio de telefonía fija y móvil, y de transmisión de datos en todo el norte del país. Además, la catástrofe climática sumó la novena víctima en esa provincia luego de que encontraron ayer el cuerpo de Aylén Villacorta, la adolescente de 14 años que había desaparecido el miércoles pasado en el río Suquía.
Con unos 2200 evacuados en toda la provincia (800 de Idiazábal), De la Sota gestionará hoy ayuda financiera de la Nación en una reunión con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, para hacer frente a la emergencia. Hace una semana -cuando los daños se limitaban a Sierras Chicas-, sólo para recuperar la infraestructura la estimación era de $ 540 millones, cifra que se había acordado con la administración central como un crédito para pagar dentro de tres años y en condiciones por discutir. Ahora son cuatro zonas más las que tienen daños de consideración.
"Hay que dejar de lado toda diferencia política para poner como prioridad salvar vidas, resolver problemas de la gente y preservar la paz social", dijo De la Sota, que mantiene un enfrentamiento con el kirchnerismo.
Para descentralizar las tareas de ayuda, la provincia se dividió así: Sierras Chicas (a las zonas afectadas por el temporal hace dos semanas se agregaron ahora Jesús María y Colonia Caroya); Ctalamochita (agrupa a Villa María, Villa Nueva, Bell Ville, Morrison y Ballesteros); San Justo y Río Primero (Balnearia es la población más golpeada), Sur y Sudeste (están los departamentos Unión, con los mayores daños en Idiazábal y Ordóñez, y Marcos Juárez), y Punilla (las mayores complicaciones son en La Cumbre y Capilla del Monte).
Desde Buenos Aires, el Ejército trasladó al parque industrial de Villa María diez camiones Unimog, dos para traslado de tropas, gomones para evacuación de gente y dos plantas potabilizadoras de agua, una de las cuales se instalará en Balnearia. Además, instaló un laboratorio informatizado para analizar en tiempo real los datos de las crecidas y ordenar, en lo posible, las evacuaciones.
Jesús María, Colonia Caroya, Sinsacate y Totoral quedaron aisladas por el agua, ya que el agua avanzó desde distintas direcciones. Además, se cayó el puente de emergencia instalado hace 48 horas por el Ejército. También sucumbió a la crecida del río Los Mistoles el puente de 25 metros que une Totoral con Las Peñas. La ruta 9 norte (principal vía de ingreso a la zona) estuvo cortada casi todo el día, al igual que la 17.
De la Sota insistió en pedir "templanza" a la población y enfatizó que en las reuniones mantenidas con los intendentes se consensuó que la clave es "preservar vidas", por lo que cualquier corte, apertura de canales o construcción de desvíos que sea necesario se hará aun cuando el agua escurra hacia los campos. "Después arreglaremos con los productores -dijo-. Tenemos que garantizar la paz social", repitió.
En Santa Fe, el panorama seguía siendo ayer muy crítico en unos diez barrios del norte de la capital provincial, con más de un millar de viviendas anegadas y cerca de 1200 evacuados. Si bien no llovía desde la tarde de ayer, la ciudad continuaba virtualmente paralizada por el asueto declarado ayer en oficinas públicas y actividades privadas. Tampoco circulaban los ómnibus del servicio urbano de pasajeros.
Según explicó el gobernador Antonio Bonfatti, la provincia está soportando "un fenómeno [climático] inusual", como consecuencia de las lluvias, que entre el miércoles pasado y ayer sumaron unos 500 milímetros. El dato toma relevancia si se tiene en cuenta que en sólo una semana llovió un cuarto de lo que suele llover en un año.
Los departamentos más afectados son La Capital, Las Colonias y Castellanos, en la zona centro-oeste; 9 de Julio y Vera, en la zona norte; parte de San Jerónimo, en el centro-sur; y San Martín, en la región sudoeste. La cantidad de agua caída en esas localidades mantiene cortadas rutas nacionales y provinciales, mientras que tres pueblos del oeste santafecino (Eustolia, Aurelia y Santa María Norte, todas en el sur del departamento de Castellanos) se encuentran completamente aislados debido al anegamiento de sus accesos.
No obstante, Bonfatti aclaró que por el momento "no es necesario declarar la emergencia hídrica". El mandatario dijo además que ya está conformado el comité de contingencia y se dispuso el monitoreo de toda la provincia. "No es de extrema gravedad, pero estamos alertas", aseguró.
En Santiago del Estero, en un lapso de tres horas cayeron alrededor de 100 milímetros en la capital, mientras en otros puntos de la provincia el registro se elevó a 300 mm. Las lluvias torrenciales complicaron la ya delicada situación de los habitantes del sudeste de la provincia, donde en los últimos meses se registraron marcas históricas de precipitaciones en ciudades como Bandera, Los Juríes, Pinto y Añatuya. Según datos oficiales, unas 300 personas permanecían evacuadas.
En San Luis hubo unos 1500 damnificados y la localidad más afectada fue Lafinur, un poblado del departamento de Junín. En Catamarca, unas 600 personas fueron evacuadas.
Por su parte, el presidente del sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Raúl Robín, se reunió ayer con autoridades del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, para solicitar asistencia para los pequeños y medianos productores que han sufrido importantes pérdidas.
Ayuda para los inundados
- Cáritas habilitó una cuenta corriente para donaciones en el Banco Macro. Su número es 33070000001199/9, y está a nombre de Cáritas Arquidiocesana de Córdoba (CBU: 2850307-1 3000000011999-0, Sucursal Centro República 307, CUIT-30-66822464-0).
- Fundación Sí, en tanto, está recolectando alimentos, pañales, agua, elementos de higiene y herramientas de trabajo. Se pueden acercar a sus sedes en Córdoba, en Colón 771, San Juan 55 y Lavalleja 851. En Buenos Aires, en Ángel Carranza 1962.